lunes, 6 de marzo de 2017

2014 - CAETANO VELOSO - en Rosario, Argentina


2014 - 9 de noviembre  

Show "ABRAÇAÇO"







9/11/2014


 

Lunes, 10 de noviembre de 2014




El abrazo de Caetano: intimismo, funk rock y una voz

El bahiano se presentó este domingo en City Center, tras una ausencia local de 16 años. Trajo un setlist de veintipico de canciones, entre viscerales e intimistas, apoyado en versatilidad y poderío de Banda Cê



 
El poeta y cantautor brasileño presentó "Abraçaço" en Rosario.


Maricel Bargeri  

¿Puede el funk rock –con mucho de garage– de un power trío caminar por la vereda del samba, la bossa y el folk brasileño? El secreto está en la voz de Caetano Veloso.
Tras un hiato de 16 años, el cantautor (categoría que resume los créditos de cantante, compositor, músico y poeta) regresó este domingo a Rosario para mostrar las canciones de su disco Abraçaço, placa que cierra la trilogía que inició (2006) y continuó Zii e Zie (2009).

Junto a él estuvo Banda Cê, un tándem sonoro capaz de provocar un headbanging masivo inesperado o bien, erizar el cuerpo hasta humedecer las pupilas.
Con (el brillante) Pedro Sá, en guitarra; (el impasible) Ricardo Dias Gomes, en bajo y teclados; y (el articulado) Marcello Callado en batería; Veloso encontró el espaldar sonoro para ir y venir por el escenario y los géneros.

El viaje arrancó a las 21.23 con el rockazo “A Bossa Nova É Foda”. Luego siguieron “Baby” –con un guiño al estribillo de “Diana, de Paul Anka–, “Quando o galo cantou” y “Um abraçaço”.

Entonces, llegaron los saludos y agradecimientos de marras al público del centro de convenciones City Center Rosario, la presentación de la banda, la pregunta de si alguien cumplía años esa noche, y de regreso al setlist ecléctico, visceral y virtuoso.

En él convivieron (como si se tratara del mismo piso de un edifico) la alegría de “Parabéns” y “Escapulario” con el ascetismo sonoro de “Homem”; la melancolía de “Estou triste” –la confesión “el lugar más frío de Río es mi habitación” llegó con un escenario en penumbras–; con el power rock del “Funk Melódico” –vaya diálogo de Pedro Sá con su pedalera– y la visceralidad de “Odeio” –un “te odio” que recibió como respuesta del público “yo te amo”–.

De a ratos, Veloso enfundaba su traje de trovador. Entonces, dio rienda a la aspereza testimonial del cantautor tanto para recordar al estudiante Carlos Marighella –asesinado por la dictadura militar brasileña en 1969– en “Um comunista”, como para recuperar la figura de la activista Dorothy Stang en “O Império da Lei”.

“Triste Bahia”, “Alguem Cantando”, “Eclipse Oculto” y “De noite na cama” –tema para el que Caetano se desabrochó la camisa, para volver a cerrarla luego– relajaron el gesto de quienes esperaban un vistazo al material previo (me refiero a la irrupción de Banda Cê en el catálogo del bahiano).

Los primeros cuatro bises comenzaron con una emotiva versión a capella de “Tonada de Luna Llena”, con un Veloso montando un falsete inenarrable (porque huelga cualquier calificativo conocido) para alguien que ya había cumplido hora y media de show (clap, clap,clap).

Después de esa suerte de tour de forcé vocal, llegarían la maravillosa “9 Out of 10” – “estoy vivo, muito vivo”–, el pródigo “O leãozinho” y la cinematográfica “A Luz de Tieta”.

Los aplausos y los cánticos de los presentes forzaron un segundo regreso al escenario de Veloso. Ya de pie y apilando los celulares de cara al escenario, celebraron el cierre: “Cantando yo echo a la tristeza” (“Desde que o samba é samba”).

Así, casi sin que medien palabras, Veloso estableció un diálogo a través de los temas. Recogió aplausos, gritos, lágrimas, coros y vivas, y recorrió mayormente la última placa, aunque también hubo citas a Transa, , Bicho y Joia.

Y, sin duda, fue su voz el hilo que enhebró tamaño magma sonoro.

Otra vez un cambio de rumbo asoma en el horizonte. Abraçaço marca el cierre de esta apuesta. Con 72 años y medio centenar de discos, el hermano de Bethânhia trama alguna otra forma de entender la canción; un héroe del tropicalismo que le muestra las credenciales al futuro.








Com Darío Maiorana, reitor da Universidade Nacional de Rosário, recebendo o título de Professor Honorário


 

 

Miércoles, 12 de noviembre de 2014 
La UNR distinguió al cantautor brasileño Caetano Veloso

El rector de la UNR, Darío Maiorana, distinguió al cantautor brasilero Caetano Veloso como Profesor Honorario de la Universidad, en reconocimiento a su trayectoria en la difusión de la cultura latinoamericana


El rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Darío Maiorana, distinguió al cantautor brasilero Caetano Veloso como Profesor Honorario de la Universidad, en reconocimiento a su trayectoria en la difusión de la cultura latinoamericana.



Caetano estuvo en Rosario brindando un concierto en el City Center Rosario. Al finalizar el show, Maiorana le entregó un diploma, la copia de la resolución del Consejo Superior y una medalla nombrándolo Profesor Honorario de la Universidad



De esta manera, la UNR (tal como hizo cuando estuvo en la ciudad el músico Chick Corea) valoriza a los grandes hacedores de la cultura, en este caso de la música.


Cabe destacar que en la Facultad de Humanidades y Artes funciona la Escuela de Música, una de las más importantes de las universidades nacionales argentinas.


Caetano Veloso es un artista que trascendió largamente las fronteras de su país para transformase en un referente mundial de la música latinoamericana.



Fue junto a Gilberto Gil el fundador de movimiento denominado "tropicalismo" en los años 60, lo que les valió a ambos artistas la persecución y el exilio durante la larga dictadura brasileña.



Caetano se mostró agradecido por la distinción y consideró "un honor ser profesor honorario de la Universidad Nacional de Rosario".








 



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