sábado, 19 de julio de 2025

2025 - CAE ⟷ BTH – Caetano e Bethânia ao vivo

 

26/5/2025 - Plataformas digitais



·         16 de julio de 2025



"Te revuelve por dentro". 

Caetano Veloso y Maria Bethânia: 

la confesión del cantante y la gira con la que los hermanos 

volvieron a compartir escenarios



Caetano Veloso y Maria Bethânia: la confesión del cantante y la gira con la que los hermanos volvieron a compartir escenarios

Los artistas bahianos presentaron el álbum en vivo de la gira que realizaron juntos


Por Mauro Apicella 



Maria Bethânia y Caetano Veloso en el Farmasi Arena, 

una parada de la gira que compartieron




Los hermanos Caetano Veloso y Maria Bethânia publicaron un álbum que deja testimonio de la gira de conciertos que emprendieron juntos por Brasil, a finales de 2024. Se trata de una producción que recrea lo que fueron esos escenarios compartidos, con 42 canciones distribuidas en 33 pistas. 

La reunión no fue algo del todo inédito, porque Maria Bethânia y su hermano mayor muchas veces compartieron proyectos. La cantante bahiana en infinidad de ocasiones interpretó canciones de su hermano o formó parte de producciones generadas por el gran Caetano. Del mismo modo, el cantautor siempre estuvo conectado a la carrera solista de su hermana. Además, han compartido giras juntos, varias décadas atrás, y el espectáculo Doces Bárbaros, junto a otras dos grandes figuras del Brasil, Gilberto Gil y Gal Costa. 

Esta vez la cosa quedó en familia. Con 77 años ella y 82 él, se reencontraron en recuerdos de infancia, en su Santo Amaro natal; reeditaron convicciones personales, procesos y cambios a través de más de seis décadas de canciones. Ideas, creencias y vivencias. La razón y la fe. El hecho artístico, la comunicación con los de su generación y con muchos de los que vinieron después. Todo esto aparece reflejado en este álbum. 

A propósito de la publicación, que está disponible en plataformas de música, Caetano conversó con LA NACION sobre la gestación del disco y cómo recibió el público el nuevo encuentro de hermanos.

 

“Las canciones fueron seleccionándose a medida que nos reuníamos para ensayar. Antes de eso, en una conversación con Bethânia en su casa, recuerdo que ella ya sugería que cantáramos ‘Fé’, la famosa canción de Iza. En realidad, Bethânia eligió el repertorio y lo estructuró. Esto se fue dando poco a poco. El pequeño segmento del show en el que canto solo tuvo las canciones elegidas por mí. Pero en la estructura general, las sugerencias del repertorio vinieron siempre de Bethânia. Ella eligió canciones marcantes en nuestra historia. Muchas son de mi autoría, pero también tuvimos a Raul Seixas, Roberto Carlos, Paulinho da Viola... Todo lo que haya marcado nuestra historia”. 

Por supuesto que la relación familiar es la principal conexión que tienen estos encuentros, que se fueron dando a través de los años. “Si no fuera hermano de Bethânia, creo que ni siquiera tendría el coraje de invitarla a compartir un show conmigo. Ella es muy intensa y especial en escena. Pero como sé que es así desde niña, me animo a subir al escenario con ella”. 

Las circunstancias cambiaron, pero siempre encontraron motivos para compartir el canto. Así sucedió con Doces Bárbaros, con Gil y Gal Costa, en 1976. Doces Bárbaros fue un acontecimiento enorme en nuestras vidas personales. Y fue una idea de Bethânia. Gil y Gal estaban comenzando giras y se detuvieron porque Bethânia los llamó. Yo fui quien bautizó el proyecto”.



Caetano Veloso y Maria Bethânia realizaron una histórica gira juntos

Foto: Marcos Hermes


Caetano asegura que cuando comenzaron a andar esta última gira llamada, simplemente, Caetano & Bethânia, sintieron nostalgia de la niñez en Bahía de la época del tropicalismo o de Doces Bárbaros: “Sentí todo eso y mil cosas más. Cantar con Beta frente a públicos de 40.000 o 50.000 personas te revuelve por dentro” 

Entre todos esos shows, dieron uno en el Festival de Año Nuevo que se realiza en Copacabana. Allí, en el gigantesco escenario montado en la playa, también cantaron Ivete Sangalo y Anitta. 

Lo curioso es el gran interés que siguen despertando Bethânia y Caetano en las nuevas generaciones. El autor de “Oração ao Tempo” dice que no son los únicos de su camada que viven este presente. “Los compositores de nuestra generación despiertan interés en generaciones sucesivas. Gil empezó una gira en estadios después de la nuestra y los públicos estaban llenos de jóvenes que sabían sus canciones de memoria. Milton Nascimento, cuando cantó en el Mineirão, escuchó a decenas de miles de personas de todas las edades cantar junto a él y sus compañeros". 

¿Existe la posibilidad de otra gira que incluya la Argentina? “Por ahora, no lo creo. Bethânia ya está preparando un show para celebrar sus 60 años de carrera profesional”. Para eso habrá que esperar, o conformarse con este álbum en vivo.


17 de julio de 2025



"Son tiempos muy difíciles. Generar alguna belleza es la mejor manera de enfrentar lo horrible. Pienso que el mundo empieza a pasar por un período de cambio inmenso y que esto puede durar mucho. Si los locos no destruyen todo de una vez." 


Caetano Veloso: "Generar alguna belleza es la mejor manera de enfrentar lo horrible"

Historia de Julia Tortoriello


Con motivo del lanzamiento de ‘Caetano & Bethânia Ao Vivo' -el histórico álbum en vivo grabado en el estadio Mineirão frente a más de 60 mil personas-, Caetano Veloso accedió a responder por escrito una serie de preguntas enviadas por Us Weekly en Español. El material, que celebra el reencuentro artístico con su hermana Maria Bethânia después de 46 años sin compartir escenario, reúne 33 canciones que recorren las trayectorias de dos de los artistas más influyentes de la música brasileña. 

A lo largo de esta conversación íntima, Veloso, de 82 años, reflexiona sobre la memoria, la belleza en tiempos difíciles, el vínculo con Bethânia y el legado que se proyecta en sus hijos.

 

‘Caetano & Bethânia Ao Vivo' no solo es un show, es un acto de memoria. ¿Qué peso tiene para ustedes el concepto de memoria en el arte? 

Caetano Veloso: Cualquiera que sea el arte -pintura, música, poesía, ficción, cine- siempre su existencia viene de entrar en la memoria de quien mira, escucha, lee. Y en el contenido de cada obra hay memoria de otras obras, otras artes, y también de la vida misma, de la existencia. 

 

La selección abarca décadas de creación musical. ¿Por qué 33 canciones y por qué esas? ¿Qué tipo de recorrido emocional o narrativo estaban interesados en construir? 

C.V.: No sé cómo llegamos a esas 33 canciones. Puedo decir que fueron casi todas elegidas por Bethânia. 

 

La energía de 60 mil personas en el Mineirão debió ser abrumadora. ¿Qué se siente ser testigos de cómo nuevas generaciones corean canciones que ustedes escribieron hace ya tiempo? 

C.V.: Sí, fue abrumadora. Para nosotros -así como para tantos de nuestra generación- es significativo que mucha gente joven esté conectada con nuestras canciones. En estos tiempos de fea locura, eso da espacio para alguna esperanza. 

 

Su historia conjunta comenzó en Santo Amaro y se convirtió en un símbolo de la cultura brasileña. ¿Cómo ha cambiado la dinámica entre ustedes desde aquellos primeros días hasta hoy? 

C.V.: Yo tenía 4 años cuando Bethânia nació. Así de chico, escogí su nombre, partiendo de una canción que me gustaba. La canción, que tiene como título Maria Bethânia, fue compuesta por Capiba y grabada por Nelson Gonçalves. Hay una regrabación en que la canto con ese cantor.



Maria Bethania y Caetano Veloso



¿A qué sonaba esa casa de la infancia en Santo Amaro? ¿Qué sonidos -musicales, naturales, cotidianos- recuerdan de esa época? 

C.V.: Había ya música. Nuestra hermana mayor, Nicinha, tocaba el piano. Nuestra madre cantaba muy bien todas las canciones bellas que aprendía oyendo radio. Bueno, había árboles de mango, de guayaba… y un gallo en medio a muchas gallinas. 

 

¿Qué elementos esenciales y distintivos sienten que aporta cada uno a esta unión/alianza sanguínea y artística? 

C.V.: Bethânia siempre trajo una explosión emocional y dramática, desde cuando era niña. 

 

Ustedes han logrado emocionar a públicos de todo el mundo, incluso a quienes no comprenden el significado de sus letras. ¿Por qué creen que su música -siendo tan poética- ha logrado conectar más allá de las fronteras del idioma? 

C.V.: Creo que las canciones a veces pueden decir mucho a quienes no entienden el idioma en que es cantada. Me acuerdo de canciones en inglés y francés que me encantaban de niño. Sin hablar de las hispanoamericanas, que eran mucho más frecuentes y, por obvio, siempre con más cosas que podíamos entender de las palabras que de las francesas o americanas. 

 

¿Qué es el arte para Caetano Veloso?

C.V.: Arte es todo para mí. 

 

Ustedes han atravesado dictaduras, revoluciones culturales y profundas transformaciones sociales. ¿Cómo se sigue generando belleza en momentos sociopolíticos difíciles? 

C.V.: Son tiempos muy difíciles. Generar alguna belleza es la mejor manera de enfrentar lo horrible. Pienso que el mundo empieza a pasar por un período de cambio inmenso y que esto puede durar mucho. Si los locos no destruyen todo de una vez. 

 

La cultura brasileña ha sido clave en formar la identidad latinoamericana. ¿Cómo perciben hoy el diálogo entre Brasil y el resto de América Latina desde una perspectiva artística y cultural? 

C.V.: Soy un brasileño de 82 años. Viví toda mi infancia y primera juventud hablando una lengua que no tenía presencia en el mundo. Aprendí tangos argentinos y boleros mexicanos en mi adolescencia y ni siquiera soñaba que canciones brasileñas pudiesen tornarse populares en Chile, Uruguay, Argentina o Perú. Carmen Miranda había llegado a Nueva York, donde cantó canciones en portugués y, con su talento, llamó la atención de productores de cine. En Hollywood, apareció cantando unas pocas canciones en portugués. Pronto tuvo que hablar castellano en las películas. Con la bossa nova algo cambió. Y a fines de los 1960, comienzos de los 70, Vinicius de Moraes fue a Buenos Aires y ahí empezó una atención a la canción brasileña. Cosa nueva para mí. Hoy en día intento seguir los consejos de Pepe Mujica: que Brasil admita una posición de liderazgo en América Latina y que la región lo comprenda con profundidad. 

 

Han construido juntos una historia artística y familiar que dejó una huella profunda en la música brasileña. ¿Qué sienten al ver que ese camino ahora lo recorren sus descendientes, como Tom o Moreno? ¿Cómo viven esa continuidad generacional desde lo emocional y lo creativo? 

C.V.: Amo las canciones de Moreno, de Zeca y de Tom. Eso es lo mejor del mundo para mí.

 






24 de julio de 2025


Caetano Veloso y Maria Bethânia volvieron a sacar un disco en vivo


"Nuestras voces y sensibilidades confluyen en una memoria común"

Por Santiago Giordano


En agosto del año pasado, los artistas emprendieron una gira de conciertos de varios meses por Brasil. Los hermanos se reencontraron sobre el escenario después de mucho tiempo. ”Caetano e Bethania. Ao vivo" es la segunda colaboración de los hermanos solos, 47 años después de aquella que dejó un disco emblemático. "Cantamos desde siempre", dice Caetano.

 

Maria Bethânia y Caetano Veloso atraviesan 60 años de música popular 
 Imagen: Prensa

En agosto del año pasado, Caetano Veloso y Maria Bethania emprendieron una gira de conciertos de varios meses por Brasil. Los hermanos se reencontraron sobre el escenario después de mucho tiempo y en torno a canciones que por aura, sustancia y resonancias hoy se escuchan como formas domésticas de eternidad, trazaron una dramaturgia de sus propias vidas, que es también la de una parte importante de la cultura musical brasilera –y no sólo– de los últimos 60 años. De ese periplo de conciertos quedó un registro, editado por Sony Music, que desde hace algunas semanas navega en las torrenciales aguas de las plataformas digitales. 

Caetano e Bethania. Ao vivo, se llama el álbum que distribuye las 42 canciones del espectáculo, en 33 tracks. Entre señales del tropicalismo, aires de bossa nova, toques samba, rock, evocaciones de psicodelia y sucesivos aditivos de época, el tiempo se encauza en dirección de canciones entrañables que van tallando recuerdos. Es ahí, en la memoria, donde sin ser iguales, los hermanos son unidos. “Y sí, somos hermanos. Aunque ella sea un fenómeno de energía dramática sobre el escenario y yo sea un compositor que apenas intenta cantar lo que compone, o algo de otros que le parezca íntimo, nuestras voces y sensibilidades confluyen en una memoria común”, asegura Caetano Veloso a Página/12. “Bethânia y yo somos distintos, claro, nuestros caminos musicales corrieron por carriles diferentes y de las propias experiencias cada uno elaboró un estilo, pero somos semejantes en algo fundamental, que está en nuestra raíz”, agrega. 

Caetano e Bethania. Ao vivo es la segunda colaboración de los hermanos solos, 47 años después de aquella que dejó un disco que con un nombre parecido –Maria Bethânia e Caetano Veloso. Ao Vivo– reflejaba otro tiempo, otras urgencias. Antes, en 1976, bajo el nombre de Doces Bárbaros, los hermanos se habían unido a otras dos grandes figuras del Brasil: Gilberto Gil y Gal Costa. “Esta vez fue Bethânia quien tuvo la idea de hacer una gran gira por Brasil cantando en grandes estadios y arenas. Enseguida pensé que sería una buena oportunidad para reencontrarnos en esos espacios”, continua Caetano.

 

Presente continuo 

Más allá de los 80 él y poquito más acá ella, en un estado de la vida en el que resulta natural que haya más para recordar que para proyectar, Caetano y Bethânia representan dinámicos monumentos de la MPB. Tanta energía juvenil que cada uno supo destilar a su manera a lo largo de décadas, se reintegra ahora en un estilo tardío que los muestra acaso más reflexivos y menos expansivos, pero cómodos en esa manera señorial de asumir el tiempo que se agita en cada canción. Enteros y afectuosos, los cantantes dominan cada uno de los registros expresivos que ponen en juego, cantan a favor de la felicidad de los que escuchan sintiendo que cada cosa sigue en su lugar. En eso se parecen a lo que cantan. 

“Cuando comenzamos a imaginar cómo sería el show, no proyectamos un recorrido preciso de canciones, ni pensamos reflejar con ellas una idea determinada de cómo las recibiría el público. En efecto, no discutimos sobre qué cosas compondrían el repertorio, sino que en cada noche de ensayo probábamos canciones que nos venían a la cabeza y elegíamos las que nos decían algo. Era sobre todo Bethânia quien lo hacía. Debo decir que en eso también es mucho mejor que yo”, sigue halagando Caetano.


Rumbo al espacio sideral

Hay un inevitable rastro autobiográfico que articula las canciones que quedaron en el álbum. Un recorrido en el que la bellísima “Motriz”, aparece como un punto de partida. Compuesta por Caetano a partir de los recuerdos de Bethânia sobre un viaje que ella niña y su madre, Dona Canô, hicieron desde la natal Santo Amaro hasta Salvador. “Motriz” se engancha enseguida con “Não identificado”. “Para lanzarme al espacio sideral”, cantan los hermanos prometiendo lo que va a llegar en un show que sin embargo había comenzado antes, con otros himnos iniciáticos de Caetano. “Alegría, alegría”, una de las piezas fundantes del Tropicalismo en 1967; “Os mais doces dos bárbaros”, el manifiesto de aquella reunión con Gal y Gil; “Gente”, una selección de nombres salvadores del mundo, entre los que está Bethania, y “Oração ao Tempo”, acaso una de las canciones más bellas de Caetano. “Eres uno de los dioses más hermosos/ Tiempo, tiempo, tiempo, tiempo”, canta Bethânia y es mucho lo que regresa en la inflexión melancólica y el reflejo de una voz que es una insignia de tiempo y lugar. 

El tiempo –el musical y el afectivo–, va y viene por canciones que ya están más allá de su propia época, cuidadas por un marco instrumental delicado y generoso. La producción musical, a cargo de Jorge Helder y Lucas Nunes junto a una banda numerosa, logra un sonido que las reconfigura sin alterar su aura. “Hay un gran trabajo de los músicos, todos más jóvenes que nosotros dos, algunos incluso muchísimo más jóvenes. Me maravilló el modo en el que conocen nuestras canciones, cómo las sabían tocar antes que ensayásemos. Ellos traen su juventud y al mismo tiempo comprenden los gustos e ideas de nuestros tiempos de jóvenes. Esta banda es una muestra maravillosa de integración, una mezcla adorable de recuerdo y revitalización”, se alegra Caetano.

 

Canciones entre dos siglos

Componiendo canciones, cantando, haciendo shows, grabando discos, diciendo, opinando y embelleciendo, Caetano y Bethânia atravesaron más de 60 años, entre dos siglos, de historia brasilera y la latinoamericana. Un tiempo lleno de acontecimientos musicales, políticos, sociales y culturales, señalado por dentro y por fuera por sus miradas agudas y sensibles. “Cantamos desde siempre. A mí me gustaba también dibujar, pintar y sobre todo soñaba con hacer películas. Pero cantar fue lo más natural. Siempre me gustó cantar. Era muy niño cuando empecé a aprender a tocar piano, después vino la guitarra y entre todo eso cantar era algo que hacía siempre. Me gustaba escuchar música en la radio. Escuchando algunos autores y cantores populares brasileños, como Dorival Caymmi, Noel Rosa. Cuando tenía 17 años, escuché a Tom Jobim cantado por João Gilberto. Ahí comprendí que Brasil se podía salvar con sus canciones”, reflexiona Caetano. 

Entre la celebración plural de la religiosidad, los contrastes entre romanticismo y reflexión y el saludo a Mangueira –la Scola de samba dilecta–, el álbum también articula el recuerdo de Gal Costa y las evocaciones del Recôncavo Baiano. “Milagres do povo”, “Omim Bum” –que sería algo así como “madre de las aguas profundas”, en traducción libre del yoruba– , “Eu e água” y “Deus cuida de mim” –cantada en solitario por Caetano–, se diseminan por un repertorio que no se olvida de “Tropicália” –compuesta y lanzada por Caetano en 1968– y “Marginália II” –grabada por Bethânia y Gil ese mismo año–, o “Um índio”, de Doces barbaros. Temas que son memoria, canciones que reunidas cuentan la historia. “Sabemos que la canción brasileña de nuestra generación está en la memoria de muchísima gente, incluso muchos jóvenes conocen y cantan con nosotros la mayoría de las canciones que cantábamos en el escenario”, dice Caetano. 

Más adelante en el tiempo y en el álbum, la articulada “Sei lá, Mangueira” preludia a “Baby” y “Vaca profana” para que acuda el espíritu de Gal, antes del paisaje existencial de “Gita”, de Raul Seixas y Paulo Coelho, y el anuncio del final después de casi dos horas con “Tudo de novo”. La canción que cierra el disco es "Um baiana", compuesta, dicen, durante la gira. Es una canción que refleja sobre todo el mensaje de la no-violencia. 

– ¿Sentís que "Um baiana", refleja el compromiso que de alguna manera tu generación le debe a públicos de otras generaciones?

– Sin duda. Empecé a escribir esa canción cuando todavía ensayábamos el show. Tuve que parar por razones de salud y porque los días cercanos al estreno son siempre muy tensos, me ponen muy nervioso. La retomé recién cuando estábamos ya cerca de la última presentación. Sentía que tenía que terminarla para esta ocasión. En un mundo donde crecen las ideas de guerra y la industria bélica gana más y más dinero con el que creen que pueden comprar todo, saludar un grupo carnavalesco de Bahía, que arrastra a cientos de miles de personas con gran energía y encuentra un modo de evitar la violencia, es una lección. El grupo BaianaSystem es así. La canción canta que “nuestras voces disparan un BaianaSystem para abrir claros de paz en las fronteras”. 

– ¿Qué sentís que te queda por hacer, como artista y como ciudadano?

– Vivir más y mejor. Y en todo caso llegar a escribir una o dos canciones perfectas.

 

Aquella primera reunión 

Por la vigencia de muchas de las canciones que lo componen, parece que fue ayer. Pero pasaron 47 años del antecedente directo de este Caetano e Bethania. Ao vivo, un disco que vale la pena volver a escuchar y no solo para terminar de dimensionar, sin necesidad de comparar, el encuentro actual. La historia del dúo comenzó formalmente en 1978, cuando los hijos de Dona Canô y Seu Zeca se reunieron en un espectáculo en el Teatro Santo Antônio de Salvador, con la idea de recaudar fondos para la iglesia de Santo Amaro da Purificação. El encuentro que trasladó formas de afecto cotidiano al escenario funcionó, maduró, aumentó su escala y el dúo giró con sus conciertos por Salvador y Río de Janeiro, entre otras ciudades. De ahí salió Maria Bethânia e Caetano Veloso. Ao Vivo, el primer disco de los hermanos solos. La primera reunión de una dupla que aprendió a complementar sus diferencias de manera prodigiosa. 

"O Que Tinha de Ser" de Antonio Carlos Jobim y Vinícius de Moraes; "Loucura", de Lupicínio Rodrigues; "Carcará", de João do Vale y José Cándido; "Hansel y Gretel", de Chico Buarque y Sivuca, y las dos "Maria Bethânia", –la más vieja, de Capiba, la que inspiró a Caetano para ponerle nombre a su hermana, y la posterior del mismo Caetano– son parte de un repertorio que también incluía tres canciones que están en este último álbum: “Alegria, alegria”, “O leãozinho” y “Tudo de novo”, que Caetano cumpuso entonces para que la voz de Bethânia diese inicio al disco.  

"Aunque nunca más volví a escuchar el disco, tengo hermosos recuerdos de aquel show de 1978", asegura Caetano. "Pero siento que esta última serie de shows es más fuerte que aquella. Por un lado porque tenemos más historia para contar y por el otro porque esta refleja un mundo más difícil. Aunque hoy en Brasil estemos en un período de democracia, el mundo en el que vivimos parece muy loco y los reaccionarios brasileños siguen agazapados, amenazando y esperando volver al poder", dispara. "Cuando hicimos el show de 78, en Brasil se sentía que se estaba saliendo de la dictadura que había empezado 1964 y de alguna manera éramos más románticos si se quiere. Nuestro show de ahora, aun con todo el dulce ritmo que traemos con el Reconcavo bahiano, pasa por canciones más pesadas", asegura el cantante y compositor. 

“También guardo un lindo recuerdo de Doces Bárbaros, otro gran encuentro profesional que tuve con Bethânia, dos años antes", rememora Caetano. "Para los cuatro fue un acontecimiento enorme en nuestras vidas personales. Yo encontré el nombre para el proyecto, que también surgió de una idea de Bethânia. Gil y Gal estaban comenzando sus propias giras, pero las postergaron porque Bethânia los llamó”.

 


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