30/03/2019
Caetano, Moreno, Zeca y Tom Veloso: Encanto
de familia
La presentación del maestro de la canción brasileña y sus hijos supo
combinar la intimidad del hogar con la experiencia de saber dar vida a un
espectáculo apto para todo público.
Por Patricio
Pérez
Uno
de los inconvenientes de todo festival, aquí o en cualquier parte del mundo, es
la posibilidad de perderse un buen show por culpa de un choque de horario entre
varios artistas. Esto hizo que muchos asistentes a la primera jornada del Lollapalooza
Chile se perdieran parte de la presentación que realizó Caetano Veloso y sus hijos Moreno, Zeca y Tom, privilegiando el
electrizante debut de Jorja Smith en el país.
Puntualmente
a las 19 horas, los cuatro músicos se hicieron presentes en el íntimo escenario del Lotus
Stage,
que en esos minutos acogía a cerca de 400 privilegiados.
Cada
uno en su respectiva silla y con un par de instrumentos, la familia Veloso
arremetió de lleno con un clásico, Baby, que hizo que muchos que estaban
cerca del lugar corrieran para hacerse de un puesto.
Foto: Claudia Valenzuela |
Caetano hizo gala de su simpatía para ser una especie de maestro de
ceremonias del show, abriendo las puertas de su hogar al público y
compartiendo historias de su carrera y sus hijos con un español perfecto. En un
espectáculo de ocho manos, la familia Veloso se fue paseando entre guitarras,
bajos y hasta algunos instrumentos particulares usados por Moreno: dos lijas de
madera y un plato de loza.
Además
de cantar las emblemáticas canciones de su padre, los hijos de
Caetano también mostraron algunas de sus composiciones, entre las que
destacaron las interpretadas por Zeca junto a un piano eléctrico y con su
privilegiada voz.
Con
un repertorio extenso (que incluyó gran parte de lo
registrado en el álbum en vivo Ofertório) que sobrepasó la duración original
del show, el público fue conquistado por el amor a la música profesada por los
brasileños y casi no despegaron ojo de lo que sucedía en el escenario, dejando
en el bolsillo los celulares. Una instancia en la que tener tan de cerca a
Veloso cantando temas como O Leãozinho, Alexandrino, Oração
ao tempo
y Reconvexo difícilmente se
repetirá en nuestro país.
How Beautiful Could A Being Be sirvió para cerrar
la fiesta encabezada por Veloso y compañía, con el Lotus Stage ya repleto,
quedando en el aire la sensación de haber visto no sólo un trozo de la
historia, sino también haber sido parte de un espectáculo íntimo e
interactivo en el que nadie sobró, casi en el living del hogar de los
Veloso.
Foto: Claudia Valenzuela |
30 MAR 2019
Foto: Claudia Valenzuela |
Caetano Veloso e hijos: un encuentro con la
nostalgia
Se pasó de la hora establecida y al público no le importó. La leyenda
brasileña desplegó una apuesta minimalista y entretenida que permitió al millar
de espectadores ser parte de un show íntimo.
Estar frente a Caetano, una verdadera leyenda de la música latina, es un privilegio que ningún halago puede describirlo como tal.
Por Ricardo
Olave
El creador del Tropicalismo y
la figura cultural más importante de Brasil en contra del gobierno de Jair
Bolsonaro, estuvo presente ante cerca de más de un millar de personas que desde
un principio se mantuvieron atentos al espectáculo creado para ser un encuentro
por la nostalgia.
A las 19 horas apareció
Caetano, Moreno, Zeca y Tom Veloso, quienes humildes y sin pretensiones
aparecen vestidos con ropa casual e incluso con sandalias y calcetines en el
caso del menor del conjunto.
El clan empieza con “Baby”,
canción que con cinco décadas de antigüedad gracias a la frescura musical de
los hijos de Caetano la convierten en un tema del nuevo milenio. El minimalismo
que plantan en su show atrapa los espectadores, ya que con un par de guitarras
acústicas, un bajo, instrumentos de percusión como un pandero o un plato e
incluso dos lijas de madera los Veloso supieron dar forma a la velada.
La
banda, organizada por el mismísimo Caetano para estar cerca de sus hijos es una
verdadera muestra de talento, demostrando que el arte de “O Leãozinho” está
presente en la sangre, con ejemplos claros como Zeca quien mostró su despliegue
vocal gracias a dos temas originales o Tom, el menor del grupo con 22 años,
quien aprovechó de bailar mientras el grupo tocó “Alexandrino”.
El
repertorio proveniente del álbum Ofertorio fue reproducido al gusto
de los asistentes, siendo un espectáculo que entre talento y anécdotas
familiares permitieron la contemplación de un público adulto que escuchó atento
al cuarteto proveniente de Bahía.
Tras tres temas sin
interrupciones, el patriarca presentó en un perfecto español “Boas Vindas”,
canción compuesta por Caetano para celebrar el nacimiento de Zeca en 1991, para
luego continuar con “Um passo a frente”, melodía en que Moreno, el mayor de los
hermanos, demostró su versatilidad interpretando la canción con un plato y un
cuchillo.
Caetano
junto a los hijos hicieron de un festival lleno de locura un espacio de
ternura, con letras que si bien no entendemos del todo transmiten amor y
delicadeza al público. El fenómeno de la familia fue tal que por largos
períodos no hubo celulares grabando a los músicos, solo personas disfrutando de
una leyenda viva de la cultura latinoamericana.
Comúnmente
los horarios se respetan en Lollapalooza, pero en este caso el clan familiar
tocó sobre el tiempo establecido con 70 minutos exactos, algo que no molestó al
público quienes acompañaron con las palmas la pegajosa “How beautiful could a
being be”, tema que cerró el espectáculo.
Sin
duda el paso de Caetano Veloso y familia será nombrado como una de las
presentaciones que vivirá en la memoria del festival por muchos años, siendo
Lollapalooza Chile el lugar en que la familia dio inicio a una gira que los
llevará este domingo a la versión argentina del evento y posteriormente a
recorrer con su poesía ciudades de Estados Unidos y Europa.
EN VIVO
Lollapalooza Chile 2019: Caetano, Moreno,
Zeca & Tom Veloso
30-Mar-2019
Por Manuel Toledo Campos
Cuando se supo que Caetano
Veloso vendría a la novena edición de Lollapalooza
Chile, parecía una mala idea en el contexto de audiencias que convoca un
festival como este, aún más cuando se notaba que venía con el precioso proyecto
que tiene con sus hijos Moreno, Zeca y Tom,
donde interpretan canciones desde lo acústico más puro. Sin embargo, la apuesta
arriesgadísima en la jornada inicial del festival en el escenario Lotus en el Parque O’Higgins resultó,
y con creces.
Es que no siempre toca ver a una leyenda en acción
de la forma más transparente de todas: rodeado de su familia. En esta aventura,
Veloso se acompaña de sus hijos, siendo Zeca el único que no había tocado con
su padre en Chile, y fue en esta aventura extraña pero maravillosa, traer el
espectáculo que los cuatro registraron en el disco “Ofertório” (2018) y que
entrega matices más cálidos a muchísimas canciones de los Veloso, algo que
necesitaba del compromiso de un público que debía escuchar más que hacerse
escuchar, lo que efectivamente ocurrió en los 67 minutos de show ofrecidos por
el cuarteto, donde hicieron la no despreciable cantidad de 19 canciones,
incluyendo clásicos y también tracks más escondidos de las carreras de cada
uno.
El show partió puntual a las 19:00 hrs., con cinco
sillas dispuestas, y los cuatro siempre presentes. “Baby”, escrita por Caetano
para Gal Costa, fue la primera canción
en aparecer. Luego, la preciosa “O Seu Amor” y la alegre “Boas
Vindas” fueron el preámbulo preciso para “Todo Homem”, donde Zeca se
tomó el micrófono con una interpretación impactante, algo que sería la tónica
de la noche. No se trata de “Caetano & hijos”, sino que cada uno tiene su
carrera y sus talentos muy bien mostrados en este espectáculo. Si Zeca dejaba
con la boca abierta con sus tonos agudos, que nuevamente aparecerían en “Alguém
Cantando”, lo mismo pasaría con “O Leãozinho” hecha por Moreno
(presentándola como “no entiendo por qué mi padre me dice que cante
su canción cuando él está aquí mismo”) o el baile de Tom a pies
descalzos, o también Moreno bailando con su padre. Puras postales que muestran
cómo, desde cinco sillas y un sonido acústico con claridad extrema, se puede
montar un espectáculo de alto rango emocional.
Caetano sabe que este show es una muestra de cómo
ama a sus hijos, e incluso lo muestra con una pequeña improvisación en honor a
Moreno. Cuenta historias, habla de las madres de los chicos, dice cuál tema le
dedicó a cuál de los tres, y así van pasando composiciones bellísimas, como “Trem
Das Cores” u “Oração Du Tempo”, como
también una canción “religiosa” que Caetano le escribió a su madre cuando esta
cumplió 90 años, “Ofertório”, justo antes de “Reconvexo”
y “O
Leãozinho”. La imagen detenida que cambia de combinaciones
cromáticas en la pantalla detrás del cuarteto no es al azar: es un cordel con
un nudo frente a un sol brillando. Este era un espectáculo, pero también una
muestra de la unión familiar y cuán importante es para poder valorar la propia
obra. Caetano sabe que este show es una
muestra de cómo ama a sus hijos.
Moreno debe ser quien más se pudo notar, desde su
habilidad para apoyar con maestría en las segundas voces a su padre, hasta cómo
hacía sonar lijas, un plato y un pandero como elementos dignos de un carnaval.
Además, era el otro que podía comunicarse en español fluido, lo que le permitió
ser el cómplice de Caetano en esas salidas de libreto tan características. El
cierre entre “Força
Estranha” y “How Beautiful Could A Being Be”
mezcló cuán fácil es corear las canciones de Caetano en la primera, y cuán
sencillo es entusiasmarse con el baile, como pasa con la segunda, donde los
artistas fueron los primeros en salirse de esquemas, con Moreno bailando
sabrosamente, incluso moviendo su trasero con sensualidad y gracia, para luego
tener de cómplice a su padre, que a sus 76 años aún continúa sonriendo como un
muchacho de 16, y bailando hasta que el cuerpo no dé, siendo algo tan hermoso
como risible porque es una conexión linda y ridícula, inexplicable, como son
las mejores.
Aunque se haya pasado unos minutos del tiempo que
le habían entregado, el cuarteto recorrió prácticamente todas las facetas que
es capaz de ofertar, en uno de esos espectáculos que muestran cómo a veces hay
que tener fe en el público, porque incluso en el espacio (que muchos, erradamente,
consideran el) más centennial de la música en Chile,
existe chance de sorprenderse con la belleza de las relaciones humanas y los
sentimientos hechos canción. Es esa “Força Estranha” que mueve
todo lo que hacemos y que a veces permite que el respeto a un grande de la
música de nuestro continente, convierta algo excelente en una ocasión, quizás,
irrepetible.
Setlist
1. BABY (original de Gal Costa)
2. O SEU AMOR (original de Doces Bárbaros)
3. BOAS VINDAS
4. TODO HOMEM
5. GENIPAPO ABSOLUTO
6. UM PASSO A FRENTE (original
de Moreno + 2)
7. A TUA PRESENÇA MORENA
8. TREM DAS CORES
9. ALEXANDRINO
10. ORAÇÃO DU TEMPO
11. ALGUÉM CANTANDO
12. OFERTÓRIO
13. RECONVEXO
14. O LEÃOZINHO
15. ELA E EU (original de Maria Bethânia)
16. EU NÃO ME ARREPENDO
17. UM CANTO DE AFOXÉ PARA O BLOCO DE ILÊ
18. FORÇA ESTRANHA
19. HOW BEAUTIFUL COULD A BEING BE
19. HOW BEAUTIFUL COULD A BEING BE
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