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16a - 2014: 2 de noviembre
Show "ABRAÇAÇO"
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Terra
3 de noviembre de 2014
El gran Caetano y toda su magia intacta
Foto: Noticias Argentinas
CAETANO VELOSO CAUTIVA EN EL LUNA PARK A
5.000 ESPECTADORES
Los
ritmos nativos brasileños y el rock de Caetano
Veloso
se hicieron presentes esta noche ante 5.000
personas en el estadio Luna Park con temas de su último trabajo
"Abraçaço"(Abrazazo).
Un
escenario lleno de cuadros con figuras geométricas preparado para que a las
20.47 se apagaran las luces y una voz en off mencione a la banda y al equipo
que acompañaría a Veloso en el escenario.
Un minuto mas tarde el cantante hizo su aparición con la banda y dieron inicio a los rockeros ritmos de "A bossa nova é foda" con los clásicos coros de sus compañeros y de la gente que no dejo de aplaudirlo desde que pisó el escenario.
La canción que siguió fue "Baby" ya en un clima relajado y con un poco de inglés, dándole pie a "Quando o galo cantou" con la misma rítmica tranquila.
Continuando con este clima sonaron las notas de una esperada "Abraçaço", donde Caetano con su guitarra blanca y negra, metió ritmos rockeros y psicodélicos.
Terminó este tema con toda la banda denominada "Ce", haciendo un tren detrás de frente al pie del micrófono y diciendo "la banda Ce está feliz de estar nuevamente aquí".
Justamente, la banda "Ce" esta conformada por Pedro Sá en guitarra, Marcello Callado en batería, en teclados y bajo Ricardo Dias Gomes y la artista invitada Ayelén Secches.
Con una vestimenta muy simple, con una camisa mangas cortas y un pantalón gris, junto a su guitarra y usando un estilo de dedos sin púa para tocar, le seguía dando ese clima templado mientras entonaba "Parabéns".
La encargadas de ponerle un toque de ritmos cálidos y bluseros fueron "Homem" y "Um comunista", mientras que en cada tema se podian escuchar elogios para Veloso que ante cada ovación levantaba los brazos y sonreía.
Con cambios de tiempo, ritmo, estilo y sonando cada vez más estridente "Triste bahía" se escuchó con sonidos de guitarras distorsionados y efectos en el medio de un show que mezclaba lo mas tradicional de la cultura brasileña con un rock setentoso y ruidoso.
Algo totalmente diferente se experimentó durante la "Estou triste", dando una calma tanto en instrumentos como en la voz del brasileño conectada con la intro rockera "Odeio", que mezcla tonalidades de country con pinceladas de alternativo en estribillo que enloqueció a la gente que aplaudía y cantaba a la par de la canción.
"Escapulario" llevó al concierto por caminos bien brasileños, pero como todas las canciones del cantante, inquietas, hiperactivas, pasando de los mas clásico a cosas modernas como juegos de luces con guitarras agresivas, o momentos donde el cantante queda hablando sobre una base como si fuera un discurso.
Más tarde pasó por el "Funk melodico", las "Alguem cantando" y "Quero ser justo", con sonidos muy apacibles, llevada por acordes abiertos y armonioso de guitarra.
El concierto parecía amagar para lo más tradicional, pero no bajaba y siguió sonando "Eclipse oculto" con batería y bajo muy juguetones, "De noite na cama" por la misma linea, y con un Veloso desabrochándose la camisa, y volviéndola a abotonar; bailando sin su guitarra y acercándose al publico.
Siguiendo sin su guitarra y ya más expresivo con sus manos y su cara interpretó "O imperio da lei" con golpeteos de la chancha en la batería, y la guitarra alegre, dibujando melodías arriba de las percusiones.
"Reconvexo" se encargó de poner las cosas más sudamericanas con su sonido bien tradicional brasileño, y otra vez sin guitarra y a puro gesto de manos llegó una de las más cantadas por la multitud "Voce não entende nada", el nombre de la canción se escuchaba acompañado en el público y mientras finalizaba, Veloso aprovechaba para saludar y despedirse con apretón de manos de los más cercanos a él.
El brasileño volvió, tras una pequeña espera con la gente a los aplausos y gritos, para los bises donde hizo "a capela" un tema en español, continuado por "Nine out of ten" tema en inglés, "A luz de tieta" y finalizó con un "Muchas gracias, buenas noches Buenos Aires, una maravilla".
El cantante luego de retirarse unos pocos minutos, hizo una tercera aparición, la cual cerró el show, con "Coraçao vagabundo", "Desde que o samba é samba", con la que se despidió.
Un concierto de casi dos horas de duración, cargado de muchos estilos, muchos ritmos y de diferentes parte y regiones, muy preciso en cuanto a sonido, para nostálgicos fanáticos y contemporáneos.
Un minuto mas tarde el cantante hizo su aparición con la banda y dieron inicio a los rockeros ritmos de "A bossa nova é foda" con los clásicos coros de sus compañeros y de la gente que no dejo de aplaudirlo desde que pisó el escenario.
La canción que siguió fue "Baby" ya en un clima relajado y con un poco de inglés, dándole pie a "Quando o galo cantou" con la misma rítmica tranquila.
Continuando con este clima sonaron las notas de una esperada "Abraçaço", donde Caetano con su guitarra blanca y negra, metió ritmos rockeros y psicodélicos.
Terminó este tema con toda la banda denominada "Ce", haciendo un tren detrás de frente al pie del micrófono y diciendo "la banda Ce está feliz de estar nuevamente aquí".
Justamente, la banda "Ce" esta conformada por Pedro Sá en guitarra, Marcello Callado en batería, en teclados y bajo Ricardo Dias Gomes y la artista invitada Ayelén Secches.
Con una vestimenta muy simple, con una camisa mangas cortas y un pantalón gris, junto a su guitarra y usando un estilo de dedos sin púa para tocar, le seguía dando ese clima templado mientras entonaba "Parabéns".
La encargadas de ponerle un toque de ritmos cálidos y bluseros fueron "Homem" y "Um comunista", mientras que en cada tema se podian escuchar elogios para Veloso que ante cada ovación levantaba los brazos y sonreía.
Con cambios de tiempo, ritmo, estilo y sonando cada vez más estridente "Triste bahía" se escuchó con sonidos de guitarras distorsionados y efectos en el medio de un show que mezclaba lo mas tradicional de la cultura brasileña con un rock setentoso y ruidoso.
Algo totalmente diferente se experimentó durante la "Estou triste", dando una calma tanto en instrumentos como en la voz del brasileño conectada con la intro rockera "Odeio", que mezcla tonalidades de country con pinceladas de alternativo en estribillo que enloqueció a la gente que aplaudía y cantaba a la par de la canción.
"Escapulario" llevó al concierto por caminos bien brasileños, pero como todas las canciones del cantante, inquietas, hiperactivas, pasando de los mas clásico a cosas modernas como juegos de luces con guitarras agresivas, o momentos donde el cantante queda hablando sobre una base como si fuera un discurso.
Más tarde pasó por el "Funk melodico", las "Alguem cantando" y "Quero ser justo", con sonidos muy apacibles, llevada por acordes abiertos y armonioso de guitarra.
El concierto parecía amagar para lo más tradicional, pero no bajaba y siguió sonando "Eclipse oculto" con batería y bajo muy juguetones, "De noite na cama" por la misma linea, y con un Veloso desabrochándose la camisa, y volviéndola a abotonar; bailando sin su guitarra y acercándose al publico.
Siguiendo sin su guitarra y ya más expresivo con sus manos y su cara interpretó "O imperio da lei" con golpeteos de la chancha en la batería, y la guitarra alegre, dibujando melodías arriba de las percusiones.
"Reconvexo" se encargó de poner las cosas más sudamericanas con su sonido bien tradicional brasileño, y otra vez sin guitarra y a puro gesto de manos llegó una de las más cantadas por la multitud "Voce não entende nada", el nombre de la canción se escuchaba acompañado en el público y mientras finalizaba, Veloso aprovechaba para saludar y despedirse con apretón de manos de los más cercanos a él.
El brasileño volvió, tras una pequeña espera con la gente a los aplausos y gritos, para los bises donde hizo "a capela" un tema en español, continuado por "Nine out of ten" tema en inglés, "A luz de tieta" y finalizó con un "Muchas gracias, buenas noches Buenos Aires, una maravilla".
El cantante luego de retirarse unos pocos minutos, hizo una tercera aparición, la cual cerró el show, con "Coraçao vagabundo", "Desde que o samba é samba", con la que se despidió.
Un concierto de casi dos horas de duración, cargado de muchos estilos, muchos ritmos y de diferentes parte y regiones, muy preciso en cuanto a sonido, para nostálgicos fanáticos y contemporáneos.
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