miércoles, 14 de febrero de 2018

1998 - CABALLERO DE FINA ESTAMPA


1998
Revista EL PAIS semanal
Número nº 1.135
Domingo 28 de junio de 1998
España





Foto: Thorsten Roth


EL PAÍS
'Mi mayor enemigo es el buen gusto'

Sábado, 22 de junio de 2002
Madrid

El músico Caetano Veloso. Bernardo Pérez

En Venezuela robaron todo el equipo de su grupo -por fortuna, se salvó su guitarra-, lo cual no le va a impedir cantar en España. Caetano Veloso cumple 60 años el 6 de agosto y en el mercado coinciden dos discos, Lo mejor de..., que recoge 36 de sus éxitos, y Noites do Norte ao vivo, grabación del espectáculo que presenta hoy en Las Palmas (Auditorio Alfredo Kraus), el lunes 24 en Granada (Palacio de Congresos), el miércoles 26 en Barcelona (L'Auditori) y los días 28 y 29 en Madrid (Conde Duque).

Pregunta. Ha llegado a Madrid el día de la huelga general.
Respuesta. Sentí cierta tensión dentro de mí al ver, manifestadas en la calle, exigencias de poblaciones europeas en relación a derechos públicos adquiridos, que son una tradición en Europa y no lo son de la cultura social norteamericana. Y de cómo la tendencia mundial post Margaret Thatcher ha sido elegir el modelo norteamericano.


'Toda la cultura de masas del siglo XX, 
menos el deporte, es norteamericana'


P. Blair y Aznar pretenden castigar a los países origen de la inmigración ilegal que no colaboren en la lucha contra ésta...
R. ¿Lo dicen explícitamente? Suena inaceptable. Si penalizas a sociedades que exportan emigrantes y empeora la situación económica y social, lo que vas a conseguir es incentivar que más personas quieran salir de allí. Y, aunque no fuese así, me parece algo brutal.

P. La globalización estaría empobreciendo aún más a las poblaciones pobres de los países más pobres.
R. La globalización está siendo la del capital especulativo, pero no la del trabajo. Vivimos bajo la hegemonía de Estados Unidos, una hiperpotencia como nunca hubo en la historia. Tiene la misma posición del imperio romano con la tecnología del siglo XXI.

P. El 11 de septiembre le pilló en Estados Unidos...
R. Estaba en Nueva York el día 10 y esa misma noche viajé a Los Ángeles. Estuvimos una semana bloqueados. Primero, me impresionó una obviedad: cómo se parecía a escenas de películas como Mars attacks o Independence Day. En Spider Man ves de nuevo imágenes que sientes son de la fantasía americana, mundial, tal vez en relación a Estados Unidos, que el propio cine americano precisa saciar.

P. Su salida de Los Ángeles se le ha quedado grabada.
R. Fue una experiencia deslumbrante. Tomamos un avión en Tijuana para Ciudad de México. Llegamos el día de la independencia nacional. Aquella gente humilde que festejaba en la calle parecía a décadas de distancia de las Torres Gemelas. Fuimos a las pirámides de Tehotihuacán. Una civilización que fue destruida, y entre los descendientes de aquellos indios que un día las cubrieron de oro y púrpura. Pensaba en las Torres Gemelas y recordé un fragmento de mi libro Verdade tropical, que dice que lo que me emociona de los rascacielos de Nueva York es que parecen elevar las obras humanas a una dimensión mítica, atemporal, porque cuando ves aquellos edificios estás experimentando su grandeza y la fuerza de su leyenda. Como si ya hubiesen sido destruidos hace siglos...

P. En la lujosa suite del hotel descubre que no puede ver el partido que enfrenta a Brasil e Inglaterra porque no disponen del canal de pago que lo emite.
R. Antes era más de todo el mundo. Un Mundial de fútbol es uno de los momentos de mayor comunión de las poblaciones de prácticamente todos los países, con excepción de Estados Unidos. Toda la cultura de masas del siglo XX es norteamericana menos el deporte, porque el fútbol dominó el resto del mundo. Estoy contra ciertas privatizaciones y de ésta en particular abomino. Creo que es una de las pruebas de que, como estaba escrito hoy en una pared, por causa de la huelga, Dios no existe. [Se ríe].

P. Su hijo de cinco años, Tom, que así se llama en homenaje a Antonio Carlos (Tom) Jobim, no parece seguir sus pasos...
R. Sólo le interesa el fútbol. Si le quiero cantar una canción, me dice: 'Papá, ¿dura mucho?'. Y pone el himno del Flamengo.

P. Noites do Norte ao vivo tiene como eje central la esclavitud.
R. El esbozo de una solución para la cuestión racial en Brasil me interesó siempre mucho. La lucha por la abolición de la esclavitud es muy estimulante. Cuando lees a autores como Joaquim Nabuco, es la izquierda que nos gustaría ser. Hacia la que miras y no dudas de la nobleza de sus propósitos ni de la excelencia de los logros. Y es un ejemplo de que haber tenido el valor de pensar en contra y mantener la convicción era lo correcto, y debía llevar a resultados muy buenos, aunque muy alejados de los sueños de los mejores abolicionistas.

P. La crítica de un diario catalán habla de empacho de buen gusto refiriéndose a Noites do Norte... ¿Sabe lo que decía Picasso sobre que el buen gusto es el peor enemigo del arte?
R. Mi mayor enemigo siempre fue el buen gusto. Es contra lo que siempre luché desde el Tropicalismo. En Brasil, el disco fue criticado por ser condescendiente con la música percusiva de Bahía. Todo aquello que creció con el carnaval de Bahía es odiado por el supuesto buen gusto de los críticos brasileños. Un crítico escribió incluso que el chelo de Jaques Morelenbaum no es sólo hortera, sino asesino. Así que no tengo miedo de lo que dijo Picasso. [Se ríe].

P. ¿Percibe que en España sólo despierta opiniones favorables?
R. Es un lujo ser una unanimidad nacional en tierra de otros. [Se ríe].

P. He leído que está terminando un disco con Jorge Mautner. Supongo que es de extremado buen gusto...
R. Un empacho de buen gusto. [Se desternilla]. Se nos ve a los dos en la portada y se titula No pido disculpas.




EL PAÍS
Há três décadas, o embaixador da música brasileira na Espanha

Programa é biscoito fino em rádio de Madri. O melhor é que se pode ouvir por aqui

Flávia Marreiro
19/2/2015


Abril 2014, Carlos Galilea entrevista Caetano, em Lisboa. Foto: Andrea Franco

Eram os idos de 1980, uma época sem internet, YouTube e Spotify, e ao radialista e crítico de música Carlos Galilea só restava apelar a amizades feitas na loja da Varig no centro de Madri para saber sobre a cena musical brasileira. Nos recortes de O Globo e do Jornal do Brasil, amassados pela viagem transatlântica, ele se inteirava sobre os lançamentos, que depois encomendava a contatos em Paris e Lisboa.

Era assim que, nos primeiros anos, Galilea alimentava Cuando los elefantes sueñan con la música, seu programa de música brasileira da Radio 3 em Madri. Quase três décadas depois, o espanhol segue na rádio pública espanhola, de segunda a sexta, levando ao ar clássicos brasileiros, novidades como o baiano Russo Passapusso, joias do jazz e música cubana, com direito a revelações exclusivas, como uma inédita gravação de um show de João Gilberto em Madri em 1985 (*).

“Eu gostava de jazz, e tinha chegado à bossa nova pelo jazz”, começa Galilea, ao telefone desde a capital espanhola. “Mas foi Vera Cruz, do Milton, que mudou tudo”, diz ele, sobre a música gravada em 1968.

Ele tinha lido um pequeno texto sobre Milton Nascimento no Le Monde e o jornal francês chamava o mineiro de “indispensável”. Galilea, agora, concorda. Ele incluiu Clube da Esquina (1972) na lista de “Dez discos imprescindíveis da música brasileira”, que ele fez a pedido do EL PAÍS, não sem sofrer pelas exclusões forçadas pelo exercício.

Este jornal, aliás, é parte da história do programa, conta Galilea. Ele começou como crítico de música do EL PAÍS no mesmo ano em que estreou o programa: 1987. Pelo jornal, entrevistou dezenas de artistas brasileiros. “Entrevistei Tom Jobim em Ipanema”, lembra. Com Caetano Veloso, falou mais recentemente em Lisboa, no meio da turnê europeia de Abraçaço, em 2014.

“Como pode ser que um país tenha uma música tão rica? Sou feliz de fazer o programa. Meu prêmio é falar com os músicos, que Caetano me trate com carinho”, diz Galilea, que, por causa do programa, ganhou do governo brasileiro a Ordem do Rio Branco.

“Escreveu Fernando Trueba que Fina Estampa foi uma resposta a uma longa espera, que Lara e Gardel, Lecuona e Piazzolla soaram novos de novo. Porque Caetano, o ator, é o melhor contador de canções. Na verdade, eu nunca entendí Help até ouvir Caetano cantar”, citou, sussurrado e cadente, o locutor antes de apresentar Caetano cantando Help em 9 de fevereiro.

Guardadas as proporções, o mesmo se pode dizer do próprio Galilea, que escreveu com Trueba um livro sobre música brasileira e ainda, como único autor, outras duas obras sobre o mesmo tema. No programa, não raro o crítico traduz (ou declama) as letras das músicas do português vertidas para o castelhano, e elas soam novas de novo. “Traduzo para que as pessoas entendam as letras. Os espanhóis entendem menos o português do que vice-versa, e não é por má vontade.”

Sobre o nome da atração ele não gosta de se alongar. “Não queria que fosse um título óbvio. São reticências. O que vai acontecer? Eu gosto dessa proposta aberta, de evocar a imaginação dos ouvintes.”

Galilea não soa nostálgico sobre a época dos recortes de jornal como fonte de informação. Na verdade, ele está encantado com as possibilidades que a Internet abriu para o rádio, com os podcasts disponíveis para download e aplicativos para escutar estações ao vivo de qualquer parte. Coleciona relatos dos ouvintes casuais (ou não) espalhados pelo mundo: um que escreveu enquanto pedalava no deserto da Mongólia, uma brasileira em apuros em Madri.

“Era uma mulher do Nordeste, que me escreveu dizendo que tinha conhecido o programa quando estava em Madri, internada num hospital, sem enxergar. Na escuridão, o contato dela com o mundo era o som, o programa. Essa emoção me acompanha", conta. "O rádio é isso, é uma experiência íntima. É como um irmão mais velho, um amigo, que diz: ‘Escuta isso'.”


(*)
O concerto do dia seguinte

Em 19 de julho de 1985, João Gilberto tinha 54 anos e fez show em um festival de verão em Madri, após inusitada troca: ele se apresentou no lugar de Tom Jobim, o dono original da data.

Assim, um dia depois do histórico show no festival no Festival de Montreux, que viraria disco, o cantor voltou ao palco e o resultado foi registrado pela Rádio 3.

Carlos Galillea levou a gravação ao ar em duas edições de Cuandos los elefantes... em 2010. Anos depois, os programas causaram um frisson entre os joãogilbertianos no Brasil.

Os adoradores comparavam performances, a técnica. Especularam sobre uma possível gripe de João Gilberto, que tossiu algumas vezes entre uma música e outra.

Comemoraram o registro de "Você já foi à Bahia?", de Dorival Caymmi, até então inédita na discografia. “A ironia é que eu fui ao concerto de Montreux, mas não ao de Madri”, conta Galilea.

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