lunes, 13 de marzo de 2017

2017 - CAETANO presenta TERESA - en Rosario, Argentina





24/2/2017
Rosario declara visitante distinguido a Caetano Veloso

Escrita por: Redacción Rosario Plus

El Concejo Municipal aprobó este jueves un proyecto para declarar al cantautor brasileño Caetano Veloso como Visitante Distinguido de Rosario, junto a Teresa Cristina, artista que lo acompañará en su presentación el próximo 18 de marzo.
“Muchas de las canciones de Caetano son parte de la historia personal de miles de rosarinos, por lo que esta declaración es un homenaje de toda la ciudad a un artista que sigue produciendo, y nos da la oportunidad de disfrutar a otra gran referente, como lo es Teresa Cristina”, precisó la concejala Carola Nin, autora de la iniciativa.
Las distinciones cuentan con el aval del Consulado de Brasil en Rosario y de la Escuela de Lenguas Extranjeras de la Facultad de Humanidades de la UNR.
El cónsul de Brasil en Rosario, Ricardo Diab, expresó que “no es necesario aportar mayores fundamentos para coincidir con el proyecto que por este medio se acompaña, dada la vasta y prolífica carrera artística de ambos distinguidos”.
Por su parte, la directora de la Escuela de Lenguas Extranjeras de la UNR y docente titular de su Carrera de Portugués Florencia Miranda precisó que “la visita de estos grandes artistas a nuestra ciudad constituye una ocasión única y extremadamente valiosa para permitir el acercamiento de la sociedad de Rosario y zonas próximas a la cultura brasileña”.
Caetano Veloso nació el 7 de agosto de 1942 en el estado de Bahía. Escribió su primera canción a los 9 años. Llegó a la música primero como autor de temas para su hermana, María Bethania.
Luego de varios galardones, pudo grabar su primer álbum con Gal Costa: Domingo. En 1968, junto a Gilberto Gil, fue de los primeros emprendedores del tropicalismo, movimiento cultural cuyo objetivo era la revalorización de la música tradicional brasileña.
Con una producción prolífica y constante, Caetano ganó cinco Premio Grammy. En noviembre de 2012 fue galardonado por los Grammy Latino como la persona del año. También es autor de libros y cumplió su sueño de dirigir cine.
Teresa Cristina nació en Río de Janeiro el 28 de febrero de 1968. Su discografía se compone de las siguientes obras: Argemiro Patrocinio (2002); Samba es mi nobleza (2002); El Paulinho da Viola música, Vols.1 y 2 (2002); Tome polvo (2003); Surica (2003); La vida me hizo así (2003); El mundo es mi lugar (2005); Delicada (2007); Mejor In Me (2010); Teresa Cristina Canta Cartola (2016).




 

Domingo 12 de Marzo de 2017
Caetano Veloso: "Mis canciones nunca llegaron a gustarme totalmente"
El cantautor brasileño actúa el próximo sábado en el Casino City Center junto a Teresa Cristina, una de las revelaciones de la MPB.


por José Cavazza

Con la vejez me parece más fácil encontrar belleza en canciones mías, pero, aún así, ninguna se acerca a la perfección", confiesa a Escenario Caetano Veloso.
Referente de la música brasileña desde hace más de 40 años y también cabeza visible del pop contemporáneo y mestizo de Sudamérica, el cantautor bahiano, de 74 años, llega una vez más a Rosario el próximo sábado, en el casino City Center. El año pasado estuvo acompañado por su par Gilberto Gil, con quien, a fines de los años 60, experimentaron con el bossa nova y le dieron toques de rock y otros ritmos latinos. El resultado fue el movimiento Tropicalia, que después tomó un matiz político durante la dictadura en Brasil. Pero esto es harina de otro costal, ya que ahora Caetano vendrá a la Argentina con su discípula, Teresa Cristina, una de las revelaciones de la MPB de los últimos tiempos.

¿Cómo se vinculó a Teresa?
—Teresa es muy conocida hace años en Río de Janeiro como cantante de samba. La admiraba desde siempre. Hace pocos años, la invité a que cantara conmigo en uno de los shows-ensayos que yo hacía mientras grababa el álbum "Zii e Zie". Ella había hecho una versión maravillosa de mi canción "Gema", un samba, y pensé en llamarla para cantar conmigo una noche. Cuando ella vino, me impresionó su cultura musical. No sólo conocía todas mis canciones sino que además sabía todo sobre la tradición musical brasileña e internacional. Charlamos mucho y ella terminó cantando más que una canción en el show.

¿Qué le diría al público argentino que no la conoce? ¿Cómo la presentaría?
—De hecho la presentaré sobre el escenario. Una cantante discreta, elegante, que lleva la esencia del samba carioca en su voz y sus gestos.
 
¿Qué diferencia cantar una canción nueva de una vieja? ¿Y cómo siente la reacción del público en cada caso?
—Cuando uno canta una canción nueva, que el público todavía no conoce, aparece siempre la pregunta "¿les gustará?". Pero yo personalmente, estoy muy acostumbrado a provocar y muchas veces espero que el público se confunda o se extrañe (risas). Ahora, cuando canto canciones viejas, aunque algunas poco conocidas del público, me sorprendo que muchas de ellas le siga gustando al público y que también me gusten a mí. De todos modos, siempre preferí cantar canciones de otros autores que las mías. Pero, sea en el show que hice con Gilberto (Gil) el año pasado, sea en este que hago con Teresa, la mayoría de mis canciones viejas me gustaron.

Usted se ha destacado, entre otras cosas, por cambiar de rumbos y encarar de golpe cosas diferentes a las ya hechas, ¿qué desea experimentar ahora?
—Vengo de una larga gira con Gil, en que presentábamos canciones históricas, de esas que llaman clásicos. Cuando apareció la idea de hacer shows con Teresa, decidí que no cantaría canciones que estaban en el show con Gil. Busqué otro tipo de "clásicos". Son canciones más personales y hay algunas poco conocidas. El show con Teresa no era un proyecto mío. Fue una oportunidad que surgió de mi admiración por su concierto con canciones de Cartola, pero lo cierto fue que al presidente de Nonesuch Records, en Nueva York, le encantó el CD/DVD que nació de aquel concierto y decidió lanzarlo mundialmente. El me pidió que ayudara en la divulgación haciendo un show en Nueva York, presentando a Teresa. Tenía que ser un show mío, con ella de invitada o como show de apertura. Tuvimos éxito y las invitaciones llegaron de otras partes. Así que estoy otra vez de gira. Pasé a algo diferente sin planear: me veo cantando canciones que no imaginaba que iba a cantar ahora.

¿Existe la canción perfecta? ¿Hay alguna de su larga lista de canciones propias que se acerque a esa idea?
—Cuando pienso en una canción perfecta pienso en Dorival Caymmi, en Cole Porter, en Chico Buarque, en Lennon & McCartney. Mis canciones nunca llegaron a gustarme totalmente. De todos modos, observo que con la vejez me parece más fácil encontrar belleza en canciones mías, pero, aún así, ninguna se acerca a la perfección.

Muchos aseguran que "Outras palavras" fue un disco clave , ¿coincide con esa idea?
—No sé. De los discos que hice con A Outra Banda da Terra, y le confieso que adoro todo ese período, me gustó más "Muito", que fue el primero, y el público y crítica preferían "Cinema trascendental". Este tiene canciones buenas y quizá una cierta homogeneidad de sonido. "Outras palavras" también me gusta. Está lleno de invenciones con las palabras, no solamente en la canción del título. No sé, pero en realidad yo estaba siempre de gira por las ciudades del estado de Sao Paulo y tenía la cabeza excitada.

En los años 80 usted actuó por primera vez en Rosario en el estadio cubierto de Newell's Old Boys; se presentó con una tremenda banda eléctrica, tenía pelos con rulos y vestía una musculosa rayada, también fue una época de excitación, ¿Qué recuerda de aquel recital?
—Me acuerdo de Rosario en aquellos días. Era la Banda Nova, que armamos después que A Outra Banda da Terra se separara, por sugerencia del guitarrista Vinicius Cantuária, que fue quien había tenido la idea de formarla. Los chicos eran muy locos. Me acuerdo del hotel, del río, de las charlas hasta la mañana siguiente con Zé Luís, que tocaba el saxofón, y con Marcelo Costa, que tocaba batería. Recuerdo que nos quedamos más que un día en Rosario y que el show corresponde al disco "Velô", que todavía no estaba grabado: decidí aquel año hacer show y gira con canciones y arreglos nuevos que compondrían el próximo disco. En realidad, fue un álbum más rock, así como, años después el "Cê", subrayando uno de los aspectos del tropicalismo. Me gustó mucho hacer aquel show y también creo que el disco tuvo canciones muy buenas.

Un disco muy emotivo fue aquel "Ao vivo" con Chico Buarque en Salvador, de 1972. Usted volvía del exilio en Inglaterra, y se escucha en la grabación a la gente muy excitada... ¿Qué puede decir de aquella reunión, ese disco, y de esa parte de su vida?
—Fue cuando grabé "Aracá azul", mi disco más experimental. El show con Chico nació de una invitación de un dueño de tienda de discos en Bahía. El era amigo de Chico y yo había llegado de vuelta del exilio y vivía en Bahía. El me dijo que había sugerido a Chico que hiciéramos una presentación en la ciudad y que Chico había aceptado. Yo no tenía cómo ni por qué decir que no. Estaba de gira con la banda bahiana que trabajó conmigo a partir de "Transa": Perinho Albuquerque, Moacyr Albuquerque, Tuti Moreno, Tusé Abreu... Chico vino con el MPB4. Ensayamos una vez en la sala de mi casa de Bahía, en Amaralina, donde Dedé todavía embarazada... con Moreno en la panza. Cuando fuimos para el teatro Castro Alves, es cierto, la gente estaba excitada y emocionada. Me gustó mucho hacerlo con Chico. Pero no estábamos preparados para hacer un disco; lo grabaron como pudieron y después lo lanzaron. De todas maneras creo que el álbum tiene la fuerza del vivo, aunque es poco profesional como grabación.

"Fina stampa" tuvo un éxito rotundo en Argentina y al contrario de "Ao vivo", suena muy profesional, ¿me pregunto y le pregunto si ese no fue otro álbum bisagra en su historia?
—"Fina Estampa" es uno de mis discos preferidos. Es un disco muy personal e íntimo. Me acuerdo que el público en el teatro Gran Rex de Buenos Aires era distinto del habitual que iba a mis shows. Quiero decir, mucha más gente mayor y poca gente joven. Comparada con todas mis otras presentaciones en Argentina, aquella fue la más fría de todas.

¿Cómo es su relación con el paso del tiempo, con la vejez?
—Tengo curiosidad, y observo lo que pasa. Casi toda la gente me dice que soy más guapo ahora, aunque seguramente quieren decir menos feo. Contesto con un "gracias", pero para mí eso es casi incomprensible. En realidad, sólo soporto ver fotografías mías de cuando era joven. En algunas de aquellas fotos me encuentro guapo, en cambio las de hoy no parecen ser fotos mías. Ni me encuentro guapo tampoco. Para nada. Como toda la gente, tengo menos resistencia, menos elasticidad, duermo menos... Como se sabe, es casi todo menos bueno. Pero tampoco me siento peor en general, y hay cosas interesantes y apasionantes, como gustar de las canciones propias, cosas que uno no imaginaba, ver los hijos tornándose personas autónomas, los nietos tornándose personas. Y, sobre todo, dar menos importancia a lo que piensan de uno.

Hoy Brasil vive una situación complicada. ¿Mira el futuro de su país con optimismo?
—No hay razones para optimismo. Hace largo rato que sólo tenemos noticias malas. Pero estoy conectado con la belleza que hay en algunos sambas, en algunos versos, en algunas melodías, en ciertos relatos y novelas, en películas, en la manera peculiar de tantos brasileños... Y sí, quizá algún día sepamos lo que hacer con todo eso.

Usted dijo alguna vez que le gustaría hacer una película sobre Salvador de Bahía, ¿cómo se la imagina?
—Es cierto, ¡sigo soñando con esa película! Sería como ver la ciudad casi siempre desde el mar y revelar lo que hay de eternamente bello en su estructura, aunque hoy parezca simplemente fea... como todas las ciudades brasileñas.





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