domingo, 16 de septiembre de 2012

2001 - CAETANO VELOSO - en Mendoza, Argentina [1]



NOITES DO NORTE

Teatro GRAN REX
11 de diciembre de 2001





LOS ANDES
domingo, 02 de diciembre de 2001

Caetano Veloso, por primera vez en Mendoza

El artista brasileño actuará el 11 de diciembre en el teatro Gran Rex y promete ofrecer un show de gran nivel.

Uno de los mayores artistas de la música brasileña, Caetano Veloso, actuará por primera vez en nuestra provincia. El show se llevará a cabo el próximo martes 11 de diciembre, a las 22, en el teatro Gran Rex -Buenos Aires 63-.

Veloso se presentará con un octeto cuyo énfasis está puesto en el ritmo, en la percusión.

El artista brasileño, uno de los líderes de la Tropicalia, viene a la Argentina a presentar su último trabajo "Noites do Norte", en el que pone el acento sobre la tradición negra bahiana en tiempos de la esclavitud. El trabajo muestra la evidente inquietud de Caetano Veloso por ahondar en las raíces musicales de su región.

El show incluye también temas de sus anteriores trabajos como "Leaozinho", "Menino do Rio", "Nosso Estranho Amor", "Tigresa", Caminhos cruzados" y "Samba de Verao", entre otros.

Caetano estará acompañado por Jaques Morelembaum en chelo, bajo y coros; los percusionistas Marcio Vitor, Josino Eduardo, Eduardo Josino y André Junior, el baterista Cessinha junto al bajista Pedro Sá y el guitarrista Davi Morais.

Las entradas ya están a la venta en la boletería del teatro y varían entre los 20 y 60 pesos.



Música
jueves, 13 de diciembre de 2001
Caetano Veloso ofreció un show excelente

El brasileño actuó el martes en Mendoza y colmó todas las expectativas generadas, con un espectáculo sobrio y moderno.
Walter Gazzo - wgazzo@losandes.com.ar


Caetano no saludó, no habló, no dijo “Buenas noches” ni dijo “Gracias”. Solo cantó.

Y eso fue suficiente para que la noche del martes vaya a ser recordada como algo muy especial en el espectáculo mendocino. Fue tan importante y espectacular el show que ofreció el brasileño en nuestra provincia que no caben dudas de que habrá un antes y un después de esta presentación. Los fundamentos se detallan a continuación: El artista: Veloso tiene un encanto especial. De andar felino, seduce al público con su voz aterciopelada y sorprende con su tremenda modernidad, sin dejar de lado la esencia clásica en sus nuevas composiciones. Esto es, quizá, lo que le permite transmitir toda una gama de estados emocionales y pasar, con fluidez insuperable, de un rap lleno de matices y sonidos como “Haití”, a la dulzura de “Cajuina”, que lo muestra en su faceta de trovador popular, apoyado en la sapiencia del cellista Jaques Morelenbaum. O después de los acordes estridentes y casi experimentales de Zumbi, pasar sin más a una fiesta percusiva en Gatas Extraordinarias y concluir con la serena ensoñación, a pesar del título, de Tempestades Solares. El show que ofreció Caetano fue impactante, además, por la ajustadísima precisión de los músicos acompañantes, un sonido impecable y un montaje de luces que deslumbró en todo momento por su delicadeza y buen gusto.
Sin duda, los años que lleva el artista sobre los escenarios del mundo se reflejaron en dos horas de mágica sensualidad que colmaron las más exigentes expectativas. Vale agregar también que aquellos que esperaban encontrarse con temas como Fina Estampa o Capullito de Alelí, pertenecientes a su difundido espectáculo de 1996, se llevaron una sorpresa y descubrieron que Veloso es mucho más que eso y que se trata de un artista único, capaz de atravesar géneros y estilos sin repetirse jamás. La música: no es habitual encontrar un show en el que existan cuatro percusionistas, un baterista, un cellista, un guitarrista y un guitarrista-bajista. Con esta estructura a sus espaldas Veloso recorrió gran parte de Noites do Norte y buena dosis de su trayectoria. Guitarras distorsionadas, percusiones variadas y cautivantes, sonidos extraños fluyeron en el Gran Rex como nunca antes se habían escuchado. A la excepcional tarea de Morelenbaum hay que sumar los aportes del extraordinario cuarteto de percusionistas, ovacionado por el público en cada una de sus brillantes intervenciones, la de los guitarristas Sá y Moraes, y la del baterista Cessinha, por momentos eclipsado por el resto de la percusión. Con esta banda le sobró para pasar del bolero a la música electrónica sin sobresaltos y demostrar que todo se puede hacer bien y siempre, pero siempre, con un toque de samba. La puesta en escena: Casi sin escenografía y con un diseño de luces y sonido manejados con mano maestra, la puesta estuvo durante todo el show al servicio de la música. En los climas de cada tema cumplieron una función protagónica, utilizados con excelente criterio y buen gusto, y demostrando que una buena puesta no necesariamente debe apuntar al exceso de elementos escénicos ni a los desbordes histéricos. Sencillez, sobriedad, sorpresa, modernidad y clasicismo. El estilo de un músico que sabe crear atmósferas como pocos, privilegiar el lugar de cada instrumentista, movilizar al público con una calidez en aumento. El final, como corresponde a todo gran espectáculo, fue una fiesta. Todos de pie, bailando sin más y con las manos en alto. Veloso no se despidió. No dijo “Adiós” ni “Buenas noches”.

Pero las palmas extendidas hacia el artista y sus ojos chispeantes y soñadores mirando al público supieron decir más que mil palabras.


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